Si amas Paris y amas el arte estás de suerte. Desde 2020 ya puedes ver y descargar de forma gratuita algunas de las obras de arte de sus museos gracias a la web Paris Musées. Una iniciativa que reúne más de 100.000 reproducciones digitales de artistas como Monet, Goya, Delacroix, Rembrandt o Cézanne.
Esta visita virtual es solo un aperitivo de lo que te espera en una visita real a la capital francesa. Tras subir a la Torre Eiffel, cruzar cualquiera de sus 37 puentes o perderte entre los ecos del ‘bon vivant’ en el Barrio Latino es obligatorio que reserves tiempo para la belleza ‘indoor’ de sus museos.
Si estás en París, antes o después tendrás que asomar la cabeza entre el (eterno) grupo de turistas que admiran y fotografían a La Gioconda, la obra más famosa del Museo del Louvre. Una parada imperdible en esta ruta por los museos parisinos que lleva rivalizando con la Torre Eiffel y los Campos Elíseos como destino más fotografiado desde 1989.
Su magnífica colección, con más de 35.000 obras expuestas, lo han convertido en uno de los museos más importantes del mundo. La Venus de Milo, La Victoria Alada de Samotracia o La Libertad guiando al Pueblo, de Delacroix, son algunas de las joyas con las que te cruzarás por sus pasillos.
Abarcar sus 160.000 metros cuadrados puede ser una misión imposible, por lo que te recomendamos dividir la visita en varias jornadas y acudir a última hora para evitar las aglomeraciones.
Compitiendo en popularidad con el Louvre, el Museo d’Orsay destaca por albergar algunas de las piezas más importantes del impresionismo del siglo XIX. Un evocador espacio donde además de admirar pinturas de Manet, Van Gogh, Millet, Renoir, Degas o Camille Pissarro, entre otros, podrás contemplar París a través del gigantesco reloj situado en su sala principal.
Otra parada imperdible entre los maestros franceses del siglo XIX es el Museo de la Orangerie, situado en el corazón de los jardines de las Tullerías. Entre sus obras expuestas te sobrecogerán los ocho grandes murales de lirios de agua pintados por Claude Monet.
Si bien París tiene innumerables galerías donde descubrir el trabajo de artistas emergentes, vale la pena explorar también sus grandes templos de arte contemporáneo, aunque solo sea por su atrevida arquitectura.
Tuberías, escaleras mecánicas de colores y ascensores forman parte de la fachada del Centro Georges Pompidou. Este museo reparte su atractivo entre sus exposiciones de vanguardia y una de las mejores vistas de la ciudad, que disfrutarás desde su última planta.
Las gigantescas galerías del ‘futurista velero’ de la Fundación Louis Vuitton, diseñado por el arquitecto Frank Gehry, forman otro escenario perfecto para impactantes exhibiciones de arte moderno. Mientras que el Palacio de Tokio, junto al río Sena, funciona como lugar de encuentro abierto hasta la medianoche.
Junto a estos espacios culturales surgen otras propuestas que demuestran que el alma artística de la ciudad tiene muchas caras:
El París de la moda en el Museo Yves Saint Laurent, la casa donde el famoso modisto trabajó durante casi 30 años donde se exhiben sus diseños.
El París más romántico en el Museo Rodin, inmortalizado en la mítica escultura de El beso.
O el París de la Belle Époque en el Museo de Artes Forains, una extraordinaria colección de atracciones de feria y objetos de ‘music hall’.
Visitas para entender o simplemente sentir la Ciudad de la Luz. Porque como defendía Pierre-Auguste Renoir “el arte se trata de emoción; si es necesario explicarlo, ya no es arte”.
¡ Y recuerda que el mejor viaje siempre es el siguiente!
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